La mejor arquitectura romana, vía Nápoles
Sobradamente conocidos son los muchos monumentos y genialidades arquitectónicas que se pueden contemplar en Roma. La ciudad eterna ofrece una gran variedad y cantidad de edificios, ruinas, estatuas y obras de arte en general que muestran la genialidad romana, algo que convierte a la capital italiana en un destino ideal para los amantes de la arquitectura y del arte en todas sus manifestaciones.
Sin embargo, menos conocidas son las muchas piezas y complejos de la época de oro de Roma que hay en pueblos y municipios cercanos a esta gran ciudad. Por ello, proponemos en nuestro blog de arquitectura aprovechar uno de los vuelos low cost a Roma para hacer la ruta que va de esta a Nápoles y dejarse embrujar por iglesias, basílicas, conventos, catedrales, claustros y muchos otros espacios en los que queda nuevamente demostrado que la romana fue una de las civilizaciones más prolíficas en lo que a ARTE en mayúsculas se refiere.
Son 226 kilómetros lo que separan, por carretera, a un destino de otro. A lo largo de este camino que proponemos son muchos los lugares que podemos visitar. Para empezar, hacemos una parada en Bracciano, en el norte, donde se encuentra un imponente castillo que data de 1.480. Cerquita, siguiendo el curso del lago, nos toparemos con una espléndida Fortaleza de los Borgia, en Nepi. Tanto un lugar como otro son ideales para sentirnos en un auténtico cuento de hadas y sobre todo para admirar edificios que dejan sin habla al visitante.
Vamos a proseguir hasta el valle del Tíber, donde se alza la Abadía de Farfa, fundada en el siglo V. Pero hay mucho más. Llegamos por el sur a Tivoli, antiguo lugar de verano de los romanos. Desde luego, ¡cómo han cambiado los tiempos! Si ahora nosotros proponemos disfrutar de estas tierras y trasladarnos hasta allí bien optando por volar con Easyjet o por vía férrea, en tren, o en coche incluso, por aquel entonces los medios de transporte eran muy diferentes. No distaban tanto las motivaciones vacacionales, bien es cierto.
Otro de los lugares que no debemos perdernos en el trayecto Roma-Nápoles es Villa Adriana, sin lugar a dudas, uno de los más importantes conjuntos arquitectónicos del antiguo imperio. Construido bajo el mandato de Adriano, este cuenta con Termas, Teatro Griego, restos de templos y una majestuosa plaza. Encontramos también aquí el conocido Palacio Barberini y en sus cercanías dos magníficos monasterios benedictinos: por un lado, Santa Escolástica, de los siglos XI-XII, que luce un gran claustro románico; por otro, San Benedicto, del siglo XIII.
Reseñamos una última parada en el viaje –si bien hay muchísimos otros sitios en los que disfrutar de la mejor arquitectura y el arte de Roma, al que nos referiremos en próximos post-. Se trata de Aquino, patria de Santo Tomás. Encontramos aquí, a 10 kilómetros del municipio, la Abadía de Montecassino. Deja sin palabras este gran centro de la civilización medieval que fue reconstruido tras los bombardeos anglo-americanos de la última guerra. También Capua y Caserta, con iglesias y Palacio Real respectivamente.