Decoración de interiores, más una cuestión de estilo y gusto… que de bolsillo
Decorar un hogar con estilo es accesible a todo el que tenga buen gusto. Dejarse los ahorros no es necesario para crear un ambiente armónico. Las tendencias actuales, entre modernismo y minimalismo, hacen que esta tarea no sea de bolsillo sino de tacto.
Parece ser que la mejor manera de conseguir esto es tener un mobiliario básico y dar el toque de color y estilo con pocos muebles y pequeños detalles. Buscando en la web el estilo que se prefiere, por ejemplo vintage o pop modern, se consigue dar un toque único ya que la oferta es infinita y está en nuestras manos elegir de aquí y de allí. A la hora de recibirlos en casa se pueden encontrar servicios online de envíos. Un ejemplo para transportar tus muebles es uShip, esta empresa hace las veces de eBay del transporte y se pueden conseguir muy buenos precios.
Sin embargo internet no debería ser la única fuente de las compras. Siempre se olvidan las maravillosas tiendas de antigüedades que hay en todas las ciudades. Esos espacios que dan una sensación de que el tiempo se ha parado y de que los dueños parecen freaks con barba y de voz ronca. Sólo son estereotipos. Generalmente estas tiendas las llevan familias que han estado dedicadas a la decoración toda su vida, y que están especializados en objetos de su tiempo y no en “moderneces”. Una parada en estos exquisitos lugares y una charla con los dueños es imprescindible.
Volviendo a la red digamos que podemos encontrar tres categorías diferentes de “tiendas”. Por un lado tenemos eBay y sucedáneos, es decir, portales de compra-venta en los que grandes tiendas también publican chollos de stock.
Por otro lado tenemos las web de tiendas de decoración y estilo de todo el mundo, donde es fácil y sencillo ver su catálogo. En esta opción podemos encontrar otras opciones por ejemplo similares a Ikea pero sin serlo, lo cual hace que nuestra casa no sea la del vecino. Un ejemplo es la empresa Muji que tiene un estilo minimalista muy agradable.
Por último tenemos webs de objetos de decoración raros o extremadamente llamativos. Un ejemplo es The Fancy donde se pueden encontrar esos artículos que no nos van a acompañar siempre y de los que acabaremos muy hartos, pero que para una temporada nos alegran y nos hacen sonreír cuando entramos en alguna habitación dentro de nuestro hogar.
Concluyendo, la decoración se puede hacer tan cara como se quiera. Y sobre todo, a los que nos apasiona este es un trabajo interminable, el deseo de añadir detalles o de cambios no duerme en nosotros.