Esta es la bandera que están enarbolando un importante número de profesionales de la arquitectura, que van hacia una arquitectura más respetuosa con el entorno y el medio ambiente, utilizando materiales autóctonos y biodegradables. Hablamos de este tema tras conocer el trabajo de Quarkaquitectos, un estudio con sede en Málaga puesta en marcha por dos jóvenes arquitectos, Kusha Ghoreishi y Guillermo Casado.

Ambos han sabido ir más allá y dar la vuelta a edificios ineficientes a nivel energético. “Actualizamos lo tradicional con tecnología contemporánea”, explican, en lo que es una visión de una arquitectura más amable con el entorno. De ello dan buena muestra las fachadas vegetales que parecen ser ya marca de la casa (se ha instalado en una nave industrial en Granada).

Esta apuesta verde de estos arquitectos está siendo su forma de responder a la situación, de reinventarse ante las cambiantes circunstancias y de sacar la cabeza en un maltrecho sector y área de actividad que ha salido muy mal parado de la crisis “Los que no están metidos en esto lo pasan peor, otros se han ido al extranjero», según Ghoreishi. Ahora es el momento de diversificar su negocio, con incursiones en el ecodiseño y mobiliario de alta gama, intentando aguantar hasta que el mal momento pase.