La profunda crisis económica en la que está inmersa España, motivada fundamentalmente por el estallido de la burbuja inmobiliaria, ha dejado al sector de la construcción especialmente tocado. Este boom está dejando multitud de ‘heridos’ y damnificados: la compra-venta de viviendas, los trabajadores de las obras, la construcción de casas, las empresas que prestaban servicios a constructoras, proveedores y al mundo de la arquitectura, entre otros muchos colectivos profesionales.

Este último, y todo cuanto gira en torno al concepto y realidad de ‘arquitectura’, está viviendo un momento especialmente delicado. Los arquitectos han vivido en los últimos años su particular ‘Siglo de Oro’, con multitud de encargos para realizar, propuestas de trabajo, lluvia de ambiciosos e interesantes proyectos… Y del todo, a la nada absoluta. Ante tal situación, muchos de estos perfiles técnicos están optando por emigrar a otros países (ayer mismo hablábamos en este blog de China como salida laboral para los arquitectos). Otros, están haciendo lo que cualquier profesional, independientemente del sector, debería hacer en tiempos difíciles: reinventarse para no caer y perecer.

Sobre los caminos por los que están dirigiendo sus pasos este colectivo escribía días atrás Cristina Sen en La Vanguardia, apuntando cómo están buscando “nuevas experiencias profesionales que beben de las esencias de la arquitectura, la conjunción de arte y técnica, y se expanden hacia otros campos”.

Una de las principales iniciativas que están llevando a cabo arquitectos, diseñadores y decoradores de interiores es volver al cole. Sí. Reciclarse y mejorar capacitación adquiriendo nuevos conocimientos. La formación es una de las mejores estrategias para sobrevivir a la crisis y salir fortalecidos y en nuestro país encontramos excelentes centros académicos, universidades e instituciones educativas para realizar especializaciones, posgrados y másters.

Otra de las salidas es el especializarse en la rehabilitación de edificios, viviendas y casas particulares. En época de bonanza todo lo que llegaba a los estudios de arquitectura eran proyectos nuevos para alzar promociones residenciales, edificios comerciales y oficinas, entre otros. Sin embargo, ante la escasez de recursos, se impone el “reciclaje” inmobiliario y toca reformar y conseguir que infraestructuras antes olvidadas renazcan de sus cenizas, cual ave Fénix.

Una tercera estrategia es la de ampliar servicios. Así, además de ofrecer el ejercicio propio de un arquitecto, estos ofrecen, junto con planos de casas, proyectos de interiorismo, asesoramiento para diseños de interiores, decoración de casas, etc. Esto exigirá, si eres autónomo, formarte en otros campos. Si cuentas ya con una empresa o despacho de arquitectos, contar con otros profesionales, aunque sean freelance.

Por último, vamos a reseñar la opción de abrirse camino a nuevos campos dentro de la arquitectura. Actualmente, la sostenibilidad, la ecología, la arquitectura racionalista, las nuevas tecnologías y la simplicidad compleja son las claves para destacar en nuevas áreas y caminos que pueden llevarnos a reposicionar nuestra carrera.