El Museo Guggenheim de Bilbao, las Bodegas Marqués de Riscal en Elciego, Álava, la Casa Danzante de Praga, el Walt Disney Concert Hall, el Museo Aeroespacial de California o la Torre Ghery de Hannover son solo algunos de los más destacados trabajos del genial arquitecto Frank Gehry, que acaba de convertirse en ganador del PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LAS ARTES 2014. Según el acta del jurado, se ha apostado por él en esta 34 edición por “la relevancia y la repercusión de sus creaciones en numerosos países, con las que ha definido e impulsado la arquitectura en el último medio siglo”.

Nacido en Canadá en 1929, es uno de los arquitectos vivos más prestigiosos del mundo y ya cuenta en su palmarés con galardones tan importantes como el Pritzker, considerado como el Nobel de Arquitectura. Es él uno de los más destacados representantes de la corriente deconstructivista de Estados Unidos y es ya el sexto arquitecto que se alza con un Príncipe de Asturias de las Artes (otros fueron Norman Foster, Rafael Moneo, Francisco Javier Sáenz de Oiza, Santiago Calatrava y Oscar Niemeyer).

Frank Gehry comenzó a destacar en la década de los 70 y mucho ha llovido –y creado- desde entonces. Se le reconocía por las formas de sus edificios y rápidamente se le asoció a la corriente caracterizada por la fragmentación y ruptura del diseño lineal. Esto se puede ver en los dos fantásticos complejos que ha creado en nuestro país, el Museo Guggenheim de Bilbao y las Bodegas Marqués de Riscal.

La candidatura de Gehry para este Príncipe de Asturias vino de Richard Armstrong, director de la Solomon R. Guggenheim Foundation de Nueva York. El galarón, además del reconocimiento que conlleva, consta de 50.000 euros en metálico, un diploma y una insignia. Recoge así el puesto del premiado en 2013, el cineasta Michael Haneke. También han resultado ganadores de este premio Eduardo Chillida, Luis García Berlanga, Rafael Moneo, Woody Allen, Bob Dylan y Pedro Almodóvar, entre otros.